Desde que, en 2014, Suecia anunciara que su Politica Exterior sería Feminista, distintos países fueron adoptando este enfoque y estrategia, entre otros, Canadá, Alemania, Francia, Países Bajos, Bélgica, España, México, Argentina, Colombia y Chile y muchos más que han expresado su voluntad de avanzar en ese sentido, teniendo en cuenta los contextos específicos y las situaciones concretas de cada lugar. Este recorrido no es lineal pues mientras algunos países fortalecen su política exterior feminista, otros van en sentido contrario. Tal es el caso de Suecia donde el gobierno de signo conservador, que asume en 2022, ha decidido no dar continuidad a la “diplomacia feminista por considerar que esta etiqueta es contraproducente”, o gobiernos como el que asumiera en Argentina, el 10 de diciembre de 2023, que decidió aniquilar mediante el método conocido como “motosierra y licuadora” toda la institucionalidad de género, incluida la Representación Especial para la Politica Exterior Feminista, en tanto el Presidente electo entiende que el feminismo “desprestigia a las mujeres y las denigra’ y que “fue inventado por el socialismo luego de que se le terminara el curro de la lucha de clases”.
Sabemos que hoy, en el mundo, la igualdad de todas las mujeres en su diversidad y la agenda feminista se ven amenazadas por una furiosa reacción patriarcal. A pesar de la fuerza y avance de los movimientos feministas –y justamente por eso–, poderosos grupos neoconservadores transnacionales; líderes autoritarios, neofascistas y antidemocráticos; programas políticos y poderes fácticos que quieren terminar con el multilateralismo y desconocen el derecho internacional; posiciones negacionistas que rechazan las evidencias científicas y defienden teorías sin respaldo empirico; nuevas manifestaciones de fundamentalismos religiosos y políticos alimentan las tensiones que ponen en riesgo los avances normativos, las políticas de igualdad y los cambios culturales alcanzados hasta el momento en los países, en las distintas regiones y en la comunidad internacional a favor de la igualdad de género y la no discriminación contra las mujeres en todas sus formas. Tal como advirtiera el Secretario General de Naciones Unidas ante la Asamblea General en 2023: “En todo el globo los derechos de las mujeres, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, se están suprimiendo o reduciendo, y las libertades de las mujeres están siendo restringidas”.
Tenemos clara conciencia de que nos encontramos en un punto de inflexión en la historia y que la humanidad tiene que tomar una decisión difícil y urgente: retroceder o avanzar. En alianza con organizaciones feministas de todo el mundo, defensoras de derechos humanos y constructoras de paz, en feministas Sin fronteras nuestra decisión es: AVANZAR
En feministas SIN fronteras reconocemos que los saberes y logros de quienes nos antecedieron, que las luchas y avances de las organizaciones, pensadoras y activistas feministas –especialmente del Sur Global– en las últimas décadas y que la diversidad de perspectivas, conocimientos, teorías y experiencias feministas que actualmente emergen y dialogan sin fronteras, resultan fundamentales para concebir y avanzar hacia una Política Exterior Feminista en tanto abordaje disruptivo, innovador, interseccional, intercultural, intergeneracional, concreto y transformador del statu quo en el ámbito de las relaciones internacionales. En feministas SIN fronteras sostenemos que una geopolítica patriarcal, mecanismos coloniales de (no) resolución de conflictos, procesos excluyentes de toma de decisiones y una gobernanza misógina, racista y clasista de los asuntos que conforman la agenda prioritaria y urgente de las organizaciones interestatales, los organismos internacionales, los foros, grupos y alianzas transnacionales han llevado a la humanidad y al planeta a una situación en la que una catarata de crisis pone al futuro al borde del abismo.
En feministas SIN fronteras nos comprometemos a impulsar y establecer alianzas pluriactorales y multisectoriales para proteger la integralidad y lograr la efectiva implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la Agenda de Mujer, Paz y Seguridad (Res. 1325 CS y ss), la Agenda 2030 y los ODS, los acuerdos adoptados en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas y aquellos que conforman la Agenda Regional de Género –especialmente, el Compromiso de Buenos Aires–, las normas del derecho internacional consagrado en convenciones, tratados y normas emanadas de los distintos órganos del sistema multilateral e interamericano, como también los acuerdos, compromisos y agendas surgidas del Grupo FFP+ de Naciones Unidas, del Foro Generación Igualdad, del Caucus de los Derechos de las Mujeres y otros instrumentos de foros internacionales y regionales que se consideren relevantes. En feministas SIN fronteras nos interesa participar e incidir en la elaboración, deliberación e implementación de convenciones e instrumentos regionales y globales que sean motivo de negociaciones en la comunidad internacional, o que planteen la necesidad de pensar en la creación de nuevos instrumentos para dar respuesta a nuevos desafíos.
En este sentido, percibimos que el Pacto por el Futuro, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas, es una gran oportunidad para revitalizar el multilateralismo y acordar un nuevo contrato social que incluya una perspectiva feminista y asuma como componentes transversales los principios de derechos humanos y la igualdad de género, poniendo en el centro de la Agenda Común la urgente necesidad de trabajar juntos en torno a 5 prioridades inexcusables:
En feministas SIN fronteras asumimos como marco de acción y agenda prioritaria, los acuerdos alcanzados entre organizaciones feministas que concentran sus esfuerzos en la conceptualización y desarrollo de una Política Exterior Feminista y con gobiernos que han adoptado esta política. En este sentido, el desafío compartido es concentrar nuestros esfuerzos en el despliegue de los 7 pilares de la Política Exterior sobre los que hay consenso, entendiendo que se trata de un proceso en construcción, dinámico y abierto.